Un encuentro tan encuentro

Pero volvamos a Maria Bonomi Antunes, mi comadre y amiga. ¿La conocí en Washington o en Nueva York? Era la misma de hoy: más que linda, con un aire libre, ojos risueños que se volvían más graves cuando se hablaba de su arte. Maria es una mezcla de lucidez e instinto, lo cual la convierte en un ser completo. Mi encuentro con ella fue tan encuentro que, en el momento de despedirnos, Maria dijo “hasta mañana”. Yo me renové con Maria, espero que ella se haya renovado un poco conmigo, aunque no lo necesite.
Para empezar nos pusimos al día con nuestras vidas cotidianas. Después le pregunté por su trabajo. Apenas da abasto con tanto trabajo y ventas, y el éxito la está perturbando, incluso se vio obligada a tomar un secretario. La entendí. Mi pequeño éxito exterior a veces me hace perder la intimidad con la máquina. No tengo secretario porque mis negocios son pequeños: se limitan a telefonear a editores, cuando es necesario, y a postergar indefinidamente respuestas a cartas de editores extranjeros. Discutimos el éxito. Maria cree que, al llegar a esa impasse, la única solución es profesionalizarse. Siempre fui una aficionada, una aficionada compulsiva, es cierto, pero aficionada. Y desconfío de una profesionalización. A Maria esto no la perturbó: está en plena etapa deinvestigación.
En cuanto a mi trabajo, piensa que mi último libro es prematuro en el sentido de adelantado, incluso en relación a mí misma; y que yo lo escribí demasiado pronto, intentando finalmente dar una vuelta redonda completa.
Hablamos también de nuestro mutuo astigmatismo, que nos obliga a leer con anteojos, mientras vemos cada vez mejor lo que está lejos. Lo cual no deja también de ser simbólico.
Estoy pensando ahora en profesionalizarme. No es malo. Llegó elmomento serio de poner los puntos sobre las íes: será una manera de asumirme, y con dificultad.
Clarice Lispector | Revelación de un mundo.

Organizamos la segunda edición del Seminario de Profesionalización de Artistas | SPA
Para nuestra sorpresa, las seleccionadas fueron todas mujeres. Ellas son:


Trabajamos en clínica de pares y encuentros con Pablo Siquier y Eva Grinstein.
Gracias a todas, las re queremos. Y gracias a BOU y al macro (museo de arte contemporáneo de Rosario) donde realizamos las actividades.