amigos los esperamos el jueves 29 de noviembre de 2012
a nuestra
muestra
K U B I S T A
en la Galería de Daniel Abate que queda en Pje. Bollini 2170 esto es en Buenos Aires
en la Galería de Daniel Abate que queda en Pje. Bollini 2170 esto es en Buenos Aires
A
propósito de una muestra Kubista
Nuestro
interés por los lazos afectivos nos llevó a viajar el año pasado a
Alemania, para celebrar la hermandad entre dos localidades: Rafaela,
nuestra ciudad natal y Sigmaringendorf. Después de una semana de
festejos, fuimos a Praga, donde con sorpresa y fascinación,
descubrimos el Kubismo Checo. Fue un encuentro tan hermoso que lo
comparamos con un alunizaje. Así.
En
medio del exceso hornamental simbólico/mimético del art nouveu que
impera en los edificios del centro antiguo, apareció una tiendakubista. Resulta que un grupo de arquitectos se unieron entre 1910 y
1914 para elaborar una serie de objetos, mobiliario y proyectos
arquitectónicos extrayendo elementos de la búsqueda que venían
realizando básicamente Pablo Picasso, George Braque y Juan Gris.
Querían elaborar una nueva estética en contraposición al art
nouveau. Estos cuatro arquitectos, Pavel Janak, Josef Gocar, Josef Chochol y Vlastislav Hofman, adaptaron los principios cubistas para
llevarlos a la vida cotidiana: puntas filosas, planos de corte,
formas cristalinas, muebles repletos de energía, objetos decorativos
dinamizados con líneas negras: duras, escuetas, crudas, austeras.
Cualidades
éstas que percibimos también en cierta dimensión política actual,
denotación explícita desde el mismo nombre que en checo se escribe
con K.
En
español, la K representa un sonido consonante obstruyente, oclusivo,
velar y sordo. En nuestra lengua es una letra de poca presencia. Locierto es que la K, entre nosotros, ha pasado a ser una letra famosa.
Hoy la K ya es una letra literal y definitivamente política.
A
partir de esa experiencia, decidimos refundar el kubismo, un
movimiento que pretende enarbolar las máximas checas de cambiar la
vida mediante el arte.
Praga
se transformó en una ciudad kubista con edificios kubistas con
muebles kubistas. Sus pobladores podían tomar café en tasas
kubistas, poner flores en floreros kubistas, fijarse el tiempo en
relojes kubistas, alumbrar sus habitaciones con lámparas kubistas y
leer sus libros con letras kubistas.
Los
artistas kubistas estaban locamente comprometidos, a tal punto que se
cambiaban el nombre para apellidarse como el épiteto de su proyecto.
A nosotros también nos pasa un poco eso, dejamos de tener nuestro
nombre para pasar a ser “Florencia de la Herrmana Favorita”, o
“la herrmana Florencia”. En toda nuestra propuesta existe esa
filiación, por eso somos LHF ni uno ni otro, no nos gustan que nos
distingan, preferimos que ella sea una que es otra.
Entre
sus exponentes se encuentran dos hermanos (continuando con la
obsesión del lazo
afectivo/conflictivo).
Uno de ellos es Karel Capek, uno de los escritores en lengua checa
más importante del siglo XX y autor de R.U.R. (Rossum's Universal
Robots). En este drama, el gran público conoció la palabra ROBOT.
La palabra, sin embargo, se escribía como "robotnik".
Aunque
no fue este Čapek quien inventó el término. En una breve carta
escrita a la editorial del Diccionario Oxford, atribuye a su hermano
Josef la creación de la expresión. En un artículo publicado en la
revista checa Lidové noviny en 1933, explicó que originalmente los
quiso llamar laboři (del latín labor, trabajo). Sin embargo, no le
gustaba la palabra y pidió consejo a su hermano Josef, que le
sugirió "roboti". La palabra robota significa literalmente
trabajo o labor y figuradamente "trabajo duro" en checo y
muchas lenguas eslavas. Tradicionalmente robota era el periodo de
trabajo que un siervo debía otorgar a su señor, generalmente 6
meses del año. La servidumbre se prohibió en 1848 en Bohemia, por
lo que cuando Čapek escribió R.U.R., el uso del término robota ya
se había extendido a varios tipos de trabajo, pero el significado
obsoleto de "servidumbre" seguiría reconociéndose.
El
éxito de la obra hizo que se introdujera en todas las lenguas, por
eso también cerca del aniversario de la fecha de su muerte es
habitual encontrar la tumba adornada con cientos de robots en
miniatura.
Los
Capek eran unos checos atentos a las tradiciones y los cuentos
perversos de su ciudad natal llenos de autómatas, marionetas y del
Golem judío, ese monstruo terrible hecho con barro del Moldava y
fabricado para trabajar como esclavo, claro antecedente del robot. R.U.R. es un drama teatral que tiene lugar en una fábrica situada en una isla del Pacífico Sur (por aquel entonces, el último rincón virgen donde aún cabía soñar) y que manufactura humanoides sintéticos.
El nombre de la compañía, "Rossum" es también un juego de palabras con el término checo "rozum", que significa "razón" o "intelecto". Así, Rossum "intelecto" fabrica robots, “obreros-esclavos”, una relación binaria equivalente a mente/cuerpo o amo/sirviente.
Los
robots se fabricaban para hacer el trabajo de dos y media personas:
liberar a la humanidad de la esclavitud del trabajo manual; pero se
han acabado convirtiendo ellos mismos en una clase oprimida. La obra
comienza con la idealista Helena Glory presionando al director de la
fábrica, Harry Domin, para que libere a los robots. Éste cree que
no tienen alma, aunque la obra nunca pone en duda la chispa de
humanidad que anida en ellos, por mucho que sean seres (o "máquinas")
de carácter huraño y reservado. Su rebelión contra la esclavitud
es inevitable: arrasan el escenario, matando a todos los humanos de
la Tierra excepto a Alquist, el único humano que todavía trabajaba
con sus manos y que se oponía a lo que en la fábrica se estaba
haciendo.
Pero
sin la ayuda de los hombres, los robots no pueden reproducirse. La
obra termina con una esperanzadora nota de carácter religioso: dos
robots modificados, Primus y Helena, rebautizados por un envejecido
Alquist como Adán y Eva, son enviados al mundo exterior para
reproducirse sin el estigma del pecado original y con un nuevo
sentimiento creciendo en ellos: el amor.
Pero
hay otras lecturas, normalmente vinculadas al momento histórico en
que se reinterpretó la obra. En los años veinte se contempló como
una recreación de las revueltas bolcheviques; en los años treinta y
cuarenta, como un aviso sobre el fascismo. Y siempre ha sido una
moraleja sobre los peligros de jugar con una tecnología sobre la que
no se tiene un adecuado control –científico y ético- y de crear
una raza inferior de esclavos. Al final, se trata no de la moral con
que imbuimos a nuestras creaciones, sino de la moral con que nos
dotamos nosotros mismos.
La
historia del robot nos resultó condensador de varias cuestiones.
Principalmente
porque nace de las ocurrencias colectivas y para nosotros los
colectivos son el futuro. Y de un colectivo muy especial, unidos por
la carne. El origen de la palabra hermano viene del latín
"germanus". Como germen, viene de geno ‘carnal’, en el
sentido de pariente consanguíneo, también significa ‘verdadero’,
‘exacto’.
Pero
también el robot es un ser frio, de formas sintéticas, escuetas,
inmaculadas; decidimos confeccionar uno para hacerlo un poco mas
rosarino. Leonardo (Da Vinci) construyó también los suyos. Según
un científico de la NASA, fue el motor para realizar los propios y
así pensar el futuro.
Por
último, el monumento: construimos un kubo con un secreto adentro. En
este mundo de certezas heredadas, ese ser misterioso, vacío, se
erguirá como un caballo de troya; confiamos suscite miles de
preguntas, la nuestra es: si fueras un robot ¿no querrías saberlo?.
En
internet, algunos sitios web te desafían “Demuestra que no eres unrobot”, y para eso hay que resolver un simple captcha (Completely
Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart /
Prueba de Turing pública y automática para diferenciar máquinas y
humanos).
Otra
cualidad de esta propuesta es el texto: el alfabeto checo tiene 34
letras (!) entonces decidimos agregarle algunas y construir letras
nuevas.
Queremos
agradecerles muy especialmente a Daniel Abate, Renata Minoldo, Flor
Boaglio, Teo Wainfred, Sol Pipkin y Fran Zavalia
La
Herrmana Favorita
diciembre
2012 | Kubista. Si fueras un robot ¿querrías saberlo?